El Real
Madrid se ha dado un baño de cava este jueves en Mónaco en el sorteo de la
Champions League. Aunque la sede de la final fuera Berlín, la gala de la UEFA
tuvo un neto sabor madridista (casi excesivo), en homenaje a su décima Copa de
Europa. Que Iker Casillas, Fernando Hierro, Francisco Gento y Manuel Sanchís se
encargaron de convertir posteriormente en casi un homenaje a la Undécima, al
ser los encargados de sacar las bolas que depararon una fase de grupos junto a
Basilea, Ludogorets y Liverpool. Un grupo asequible para clasificarse y,
además, poco atractivo, por el poco tirón de suizos y, sobre todo, búlgaros en
España.
Lo salva el doble cruce con el Liverpool, únicamente. Álvaro
Arbeloa jugará contra su ex equipo. No ya Xabi Alonso. Mientras que por el
Santiago Bernabéu pasarán jugadores legendarios como Steven Gerrard, y algunas
otras perlas del continente como Philippe Coutinho, Daniel Sturridge y Raheem
Sterling. También el excéntrico Mario Balotelli. Además de los españoles Suso,
Alberto Moreno o Javier Manquillo. Sin Luis Suárez, el conjunto red es uno de
los más interesantes del continente, con fichajes atractivos y prometedores
como los de Adam Lallana, Dejan Lovren, Lazar Markovic, Divock Origi o Emre
Can. Ante el Real Madrid tendrán una gran prueba de fuego en esta primera mitad
de temporada, para testear si su nivel sigue siendo el que exhibieron la
temporada pasada.
Aunque si hay una circunstancia que imperará y marcará el doble
partido entre Real Madrid y Liverpool será el famoso “chorreo” red cinco años
atrás: 0-1, en el Santiago Bernabéu, más un humillante 4-0 en Anfield en los
octavos de final de la Champions League. Lo que hace del Liverpool una de las
bestias negras del Real Madrid en el Viejo Continente, si se añade el 1-0
en la final de la Copa de Europa de 1981. En total, tres enfrentamientos y tres
derrotas, a cada cual más dolorosa. Definitivamente, el madridismo tiene una
cuenta pendiente con el Liverpool.
Afortunadamente para el Real Madrid, el equipo actual no es el
mismo que el de 1981, el llamado Madrid de los García, ni siquiera igual que el
de 2009. Entonces, el mandato de Ramón Calderón se agotaba, en el césped y en
los despachos, con Vicente Boluda como el elegido para la transición hacia el
actual mandato de Florentino Pérez. Han pasado sólo cinco años de aquello, pero
igual parecen cincuenta. Pues este Madrid está a años luz de aquél. Es el momento
de cobrarse de las deudas en Anfield.
Basilea y Ludogorets completan un grupo que el Madrid debería
superar sin problemas. Sólo inquieta el Liverpool, esa atmósfera red y esos
malos recuerdos. El Basilea, equipo 'hermanado' con el Barcelona (juega de
azulgrana por algo), fue el nombre que salió del segundo bombo. No hay que
fiarse de los suizos, no obstante. Juegan de cara y se mueven como una navaja
en Europa. La temporada pasada ganaron en Stamford Bridge y hace dos años se
quedaron a un paso de jugar la final de la Europa League.
El sorprendente Ludogorets búlgaro será la atracción. Está aquí
después de vivir un partido de película con el Steaua. Su defensa Moti acabó de
portero y parando dos penaltis para hacer historia. En el Bernabéu, en
principio, no se pondrá los guantes.
Ángel García - Consuegra Guijarro
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