Luis Enrique ha comenzado con buen pie la temporada al frente del Barça. Sin embargo, no ha conseguido dar con la tecla para resolver los partidos importantes. Hasta ahora, ha jugado dos encuentros contra rivales de máxima categoría, y los dos los ha perdido, con un balance de 3 goles anotados y 6 encajados.
El equipo aguanta bien las primeras partes con el triángulo ofensivo formado por Busquets, Xavi e Iniesta. Pero ante equipos que le disputan la posesión, el Barça se ve superado físicamente en esa parcela.
Ante esto hay dos posibles soluciones. Por un lado, que los tres de arriba (Messi, Neymar y Luis Suárez) se sacrifiquen por el equipo y ayuden en defensa en todas las jugadas. Por el otro, que 'Lucho' cambie el sistema y añada un doble-pivote que le de equilibrio al centro del campo, y compense las pocas ayudas a los laterales.
A día de hoy, la segunda opción parece la más probable. El técnico asturiano cuenta con jugadores que pueden ocupar perfectamente esas posiciones. Así, no sería descabellado ver una pareja formada por Busquets y Mascherano. El argentino volvería a su posición inicial, en la que se siente más cómodo y es más efectivo, mientras que el catalán desempeñaría la función de interior. Incluso Rakitic podría jugar en esa posición si lo trabaja en los entrenamientos.
Y es que colocar dos mediocentros en paralelo no significa renunciar al toque y al fútbol que desarrolla el Barça. El más claro ejemplo es la Selección Española. Con Xabi Alonso y Busquets, los de Del Bosque han ganado una Eurocopa y un Mundial realizando grandes jugadas y defendiendo con la posesión del balón.
Lo cierto es que habrá que esperar a la próxima cita importante ante el Valencia en Mestalla a finales de noviembre, o frente al PSG en el Camp Nou ya en diciembre para ver si Luis Enrique decide tocar el centro del campo, o confía en su triángulo habitual para resolver los partidos.