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domingo, 14 de septiembre de 2014

El Atleti 'Arda' el Bernabeu

Madridistas y colchoneros se veían las caras de nuevo tras la Supercopa de España en la que los rojiblancos se alzaron con su primer título de la temporada. En esta ocasión la tercera jornada de liga les cruzaba de nuevo en el camino en un derbi apasionante y más igualado que nunca. El Real Madrid solo había ganado uno de sus últimos cuatro derbis ante el Atlético en todas las competiciones (2E 1D) pero lo hizo en la cita más importante, la final de la pasada Liga de Campeones (4-1 en Lisboa). La expectación era máxima.
 
El partido arrancó con mucho respeto entre ambos. Se conocen bien y cada uno sabe de las virtudes y los defectos de su rival. El guión era el esperado, el Madrid moviendo el cuero a su antojo mientras el Atlético esperaba replegado en su campo. El plan de Simeone parecía volver a funcionar y así se vio en el minuto 10. Un centro desde la esquina de Koke lo aprovechó Tiago para abrir el marcador de cabeza. El Madrid volvía a caer en los mismos errores del pasado. Once de los últimos 14 goles rojiblancos en la Liga han sido de cabeza, nueve de los once procedentes de jugadas a balón parado. 

El partido se ponía de claro color rojiblanco pero el tanto, lejos de hundir a los de Ancelotti, les espoleó. Bale pudo empatar de falta directa pero Moyá sacó una mano sensacional para evitar el empate. Empate que no pudo evitar en el minuto 26 cuando Cristiano transformó un penalti cometido por Siqueira sobre el propio jugador portugués. El delantero luso marcaba se séptimo gol desde los once metros al Atlético en todas las competiciones, más que a cualquier otro equipo de esta manera.
 
Empezaba de nuevo el derbi. La tensión era máxima. El Madrid apretaba y el Atlético aguantaba como podía agazapado en su campo. Las llegadas del Madrid eran constantes aunque sin demasiado éxito. El que más cerca del gol estuvo fue Benzema con un remate picado de cabeza que repelió Moyá en una acción repleta de reflejos. Así se llegó al descanso de una primera mitad intensa y vibrante.
 
El segundo acto arrancó con algo menos de ritmo que en los primeros cuarenta y cinco minutos. Ni Ancelotti ni Simeone decidieron mover fichas y las ocasiones de gol brillaban por su ausencia. No lo veía claro ninguno de los dos técnicos y comenzaron a mover el baquillo. En el Atlético entró Arda Turan, que se estrena esta temporada en liga, y en los blancos el elegido fue Chicharito, que debutaba así con la elástica blanca.
 
Entraba un mexicano al campo y lo dejaba el otro que estaba sobre el tapete. Se marchaba Raúl Jiménez para dejar su hueco a Griezmann. Velocidad a la contra para los del Cholo. El Madrid no encontraba la chispa de la primera mitad y los de Simeone comenzaban a encontrarse muy cómodos, jugando como más les gusta. Arda dio el primer aviso con un chut cruzado que enmudeció por un momento el Santiago Bernabéu.

No perdonaría en el minuto 77 el jugador otomano. Fantástica jugada colectiva de los rojiblancos. Griezmann toca para la subida de Juanfran, el lateral la deja atrás para que Raúl García, muy pillo, la deje pasar para Arda, que finaliza con un remate ajustado al palo. El Madrid buscó el empate en un arreón final pero no encontró el camino. Tres puntos que vuelan para los de la ribera del Manzanares, que han ganado en dos derbis seguidos como visitante ante el Real Madrid por primera vez en su historia en liga.

Ángel García - Consuegra Guijarro

sábado, 13 de septiembre de 2014

O'rei Neymar

El Barcelona consiguió su cuarta victoria en cuatro encuentros de liga y se mantendrá una jornada más como líder. Los de Luis Enrique vencieron al Athletic con dos goles de Neymar en la segunda mitad. El jugador brasileño consiguió su tercer doblete con el Barça en liga tras los marcados en la pasada ante Villarreal y Celta, todos ellos en el Camp Nou.
 
Salió con fuerza el Athletic que en el primer minuto dio el susto en una jugada por banda izquierda de Munain que se la dejó a Beñat y éste puso a prueba con un centro chut a Claudio Bravo. La respuesta la tuvo el Barcelona a los cinco minutos con un disparo a bocajarro de Pedro que despejó con el pie Iraizoz.
 
Los dos conjuntos imprimieron mucha intensidad al choque en los compases iniciales aunque con el paso de los minutos el equipo blaugrana, que ayer jugaba con la camiseta de la senyera, se hizo con el control del balón y el ritmo decreció. Munir probó suerte con un disparo muy desviado aprovechando una indecisión entre Gurpegi y De Marcos. En el 24 Aduriz reclamó penalti por una caía en el área ante Mascherano que le impidió llegar al centro de De Marcos. Sí lo hizo Muniain para cabecear muy forzado.
 
En el tramo final de la primera mitad el equipo de Luis Enrique trató de volver a imprimir intensidad al choque para abrir el marcador antes del descanso. Messi cabeceó muy desviado entre dos rivales a pase de Rakitic antes de que Munain tratará de montar una rápida jugada y colarse en el área pero le frenó Mascherano, que había regresado al terreno de juego tras sufrir una pequeña brecha por una patada de Aduriz.
 
En el minuto 41 pudo marcar el Barça cuando Munir se vio presionado por varios rivales y prefirió dejársela a Messi que la puso al corazón del área donde despejó Balenziaga. Esta jugada animó a los locales que dispusieron de sus mejores ocasiones en el tramo final de este período. La tuvo Rakitic con un remate que atajó Gorka. El meta respondió con el mismo acierto a continuación en un remate a bocajarro de Munir.
 
El jugador madrileño también fue protagonista en la primera jugada de peligro de la segunda mitad. A los cinco minutos el colegiado Fernández Borbalán le anulaba un gol por posición de fuera de juego. Poco después lo intentó Jordi Alba con un disparo raso que sacó con la mano izquierda Gorka. El doble cambio realizado por Valverde, dando entrada a Unai López e Ibai Gómez, no modificó el guión de un encuentro del que el Barça no quería marcharse sin marcar un gol.
 
En el minuto 75 fueron los visitantes los que reclamaron un posible penalti por una patada de Piqué a Munian dentro del área. Y cuatro más tarde iba a llegar el tanto para los locales. Un mal despeje del Athletic permitió al rival recuperar el esférico, Messi le puso un buen centro a Neymar que abrió el marcador. La sentencia llegó poco después cuando el brasileño hizo el segundo al recibir libre de marcar un centro de, otra vez, Messi. Un tanto que puso punto y final al choque y a la cuarta victoria de un Barça que seguirá líder una jornada más.

Ángel García - Consuegra Guijarro

lunes, 8 de septiembre de 2014

Cuando España volvió a ser España

En esta fase de clasificación no habrá una vara de medir el fútbol de transición que le piden los aficionados a Vicente del Bosque. La filosofía sigue siendo la misma que llevó a la gloria a la selección española, la misma que condenó nuestro fútbol en el pasado Mundial de Brasil. Macedonia, como todos los combinados de inferior talla, se limitó a defenderse. Lo mismo sucederá con Luxemburgo, Bielorrusia, Eslovaquia y Ucrania, y sobre todo en casa, en un grupo bastante asequible para estar en la Eurocopa del año 2016 en Francia donde España defenderá título. 

Y eso que el equipo de Bosko Djurovski le ofreció más facilidades de las previstas. No porque dejara muchos huecos atrás, sino porque en determinados momentos de la primera parte merodeó más de lo previsto el área española sino también porque no se hechó tan atrás. Es más, de inicio intentó presionar la salida de balón y pudo marcar si Iker Casillas, que volvía al escenario donde se puso el brazalete de capitán por primera vez, no hubiera volado para despejar a corner una falta muy bien pegada e intencionada de Ibraimi, el mejor de los macedonios. Fábregas avisaría con un disparo en parábola que no encontraría su destino. El jugador blue sería el centro de operaciones de esta nueva versión de La Roja ayudado por la movilidad de David Silva y Pedro, sin olvidarnos de la participación de Paco Alcácer, aparte de la velocidad de los laterales por las bandas. Vendrían dos goles consecutivos. Uno por un penalti innecesario sobre David Silva que Sergio Ramos transformaría a lo Panenka en su primera pena máxima que marca con la Selección. Y el otro vino de la mano del propio Paco Alcácer, que no pudo tener un debut más feliz ante su gente. Fue a bocajarro después de una apertura sensacional de Fábregas sobre una mejor incorporación de Juanfran que destrozó la línea defensiva balcánica.

España controlaba. Con un 75% apenas pasaba apuros, y lo mejor de todo es que se encerraba cuando los macedonios tenían el balón. Fue un error del árbitro que pitó penalti en una caída dentro del área de Trajkovski ante la presencia de Juanfran como los visitantes acortarían diferencias. Ibraimi batiría a Casillas y los minutos posteriores fueron de desconcierto. Llegaron los fantasmas, las dudas y el partido se abrió. Dos contragolpes españoles bien desbaratados por Pacovski fueron la antesala de una recta final donde España atosigó a su rival para irse al descanso con un resultado tranquilo. David Silva (como sucediera ante Holanda en el Mundial y en el pasado amistoso ante Francia) falló lo infallable. Acto seguido, Paco Alcácer le imitaba casi bajo la línea de gol. El joven delantero valencianista se redimiría cuando, en medio de tanto rechace y asedio, peinaría de cabeza a Sergio Busquets que anotaría el tercero. Fue entonces cuando el partido estuvo visto para sentencia.

Como estamos a principios de temporada, la intensidad de la primera parte se evaporó en la segunda. Y aunque el arranque fue movido por una oportunidad de Jahovic que volvió a tocar Iker Casillas a corner, el cuarto tanto mató la contienda. Si en el segundo gol, Juanfran tuvo un papel primordial, no lo fue menos Jordi Alba en el cuarto ofreciéndose a David Silva, penetrando hasta la cal, y devolviéndosela para que, al cuarto disparo del canario, marcase el cuarto. El resto del partido hasta el final sirvió para ver la buena asociación entre David Silva y Jordi Alba, que entre ambos fabricaron el primero y el cuarto, y pudieron hacer lo propio con el quinto si Fábregas no se hubiera estrellado contra el larguero. También se pudo contemplar que los únicos centros al área en jugada de la Selección de Del Bosque estuvieron protagonizadas por los dos laterales (11 de 14).

Aparte, debutaron Bartra (se anuló el encuentro de Guinea) y Munir en medio de la polémica, con un partido y medio en Primera División, con una lesión de Diego Costa no justificada, todo con el fin de que el joven delantero de La Masía defienda nuestros colores y no los de Marruecos. Con estas apariciones, los jugadores del Barça son los que más ha hecho debutar Vicente del Bosque como seleccionador (9). Y, mientras tanto, España volvía al Tiki Taka en la recta final del encuentro con jugadores con hambre de minutos y otros con futbolistas ansiosos de ser referencias en esta selección. Bordaba el fútbol con jugadas de infinitos toques, hilvanaciones y filigranas sin enfocar a gol. En éstas fueron Silva, Isco y Pedro los que no concretaron a lo largo de la segunda mitad. Tuvo que ser en el descuento cuando el propio Pedro, que lo buscó con ahínco aprovechó con sutileza la asistencia de David Silva. Un 5-1 que provoca ni más ni menos que España siga invicta en los 27 partidos disputados en fase de clasificación con Vicente del Bosque como técnico, imponiéndose en los últimos 13 en su país. Estadísticas con poco valor si enfrente nos encontramos a Macedonia.

Ángel García - Consuegra Guijarro

viernes, 5 de septiembre de 2014

Nueva era, mismo problema

El estreno de la nueva España de Del Bosque en el Stade de France arrancó con una primera parte algo insulsa, lógica en un equipo más centrado en conocerse a sí mismo tras una importante renovación que de asustar al rival en demasía. El equipo español se afanaba en sacar el balón controlado desde la novedosa línea defensiva que formaban, junto a Sergio Ramos, San José, Carvajal y Azpilicueta. Tras su primer filtro, el balón le llegaba a Koke o Cesc, que interpretaban el juego con buen criterio y conseguían llevarlo con éxito en la mayor parte de las ocasiones hasta las inmediaciones del área de Hugo Lloris, pero era en ese punto donde España se enfangaba. A pesar de la buena predisposición y el compromiso de Diego Costa en la punta de ataque, la Roja no era capaz de culminar sus acciones ofensivas con situaciones que pusieran en peligro el empate a cero inicial.

En el campo contrario, sin embargo, una Francia más anárquica, pero también más alegre y, quizás, imaginativa, era capaz de encontrar soluciones distintas para cada acción concreta, con transiciones rápidas que en más de una ocasión dejaron en evidencia la bisoñez del engranaje defensivo español. Pogba y Valbuena inventaban centros y pases precisos, aunque no de forma regular, si cada cierto tiempo, con cuentagotas, lo justo para servir de tanto en tanto balones a un Benzema que, sin hacer sudar a un De Gea que había dejado en el banquillo a Iker Casillas, sí que le obligaban a actuar con más asiduidad que a su colega de la portería contraria.

De este modo, el paso por vestuarios llegaba con la igualada original en el electrónico y una infructuosa ventaja en la posesión para España (60,3%) que no se había traducido en ni un solo remate entre los tres palos (por tres del conjunto local). De poco habían servido los 381 pases de la Roja (87,9% correctos; por 250 de Francia, 86,8% acertados) en un primer periodo que concluía algo insulso, dejando las sensaciones propias de una puesta de largo de un equipo en los primeros pasos de su cocción.
En la segunda parte, Francia intentó poner de manifiesto desde el primer momento la ternura de su rival. Lo consiguió, en cierto modo, aunque no como le hubiera gustado. Cuando corría el minuto 49, Benzema remataba desde dentro del área con el tacón al fondo de la red. El asistente, sin embargo, anulaba la acción que había comenzado con una rápida transición gala, seguida de un centro raso de Sissoko, por posición antirreglamentaria del delantero madridista. La línea defensiva española no había estado hábil para evitar el peligro, pero sí tiraba bien el fuera de juego para evitar que el peligro francés tuviera traducción en el resultado.
Después de esta acción, el partido se enfangó en el centro del campo. Ni España, ni Francia conseguían hacerse con el control de la medular y las acciones de ambos equipos iban cayendo  sin pena ni gloria antes de llegar a posiciones desde las que hacer daño. En estas, el conjunto galo consiguió dar un susto a De Gea y a la defensa española con una acción de Valbuena a balón parado que no encontró rematador por milímetros.
Solo era un prólogo de lo que habría de llegar en el minuto 73, cuando Rémy anotaba el primer y único gol del partido tras un pase atrás de Valbuena, quizá el mejor del encuentro,  que había sido capaz de fijar la atención de toda la defensa española dejando solo al flamante fichaje del Chelsea, que solo tuvo que poner el interior de su bota para ajustar el cuero junto al palo y que De Gea no pudiera llegar a tocarlo.

Con el tanto en contra España tardó en reaccionar y cuando lo hizo ya era demasiado tarde. En los últimos minutos, Isco y Silva pusieron algo de picante al juego de España, pero el ansiado tanto no hizo acto de presencia. Aún reclamaría España un penalti sobre Isco, pero el partido murió con un resultado justo, una victoria por la mínima para una Francia que, sin demostrar nada del otro mundo, fue más efectiva frente a la portería contraria que una España incapaz de encontrar el camino del gol, todavía verde. Un equipo que necesita aún muchas millas de vuelo para  conocer su mejor versión y la paciencia de su entorno para poder demostrar que la indudable calidad que atesoran sus miembros (los antiguos y los recién incorporados) puede traducirse en un conjunto sólido.

Ángel García - Consuegra Guijarro

jueves, 4 de septiembre de 2014

Deluxe Di María

Estaba más que claro desde la previa. Incluso, algunos de los protagonistas lo habían aclarado: este primer compromiso post Mundial no podía ser considerado una revancha. De ninguna manera. Porque “ya no está en disputa un título del mundo”, como declaró el entrenador Joachim Löw, y porque “la final es algo que quedó en el recuerdo”, como contó Marcos Rojo.

Sin embargo, por más amistoso que fuera, a ninguno le interesaba perder este partido. Ni a los locales, que pretendían seguir festejando el campeonato del mundo frente su gente y nada menos que ante el rival al que vencieron el 13 de julio en el Maracaná; ni mucho menos a los argentinos, que no querían ser los invitados de lujo a la fiesta alemana en el Espirit Arena de Düsseldorf. Pasó el homenaje a los ya retirados de la Selección alemana Lahm, Mertesacker y -el goleador histórico- Miroslav Klose. También, el minuto de silencio por el fallecimiento de Julio Grondona. Y 52 días después de aquella tarde en Río de Janeiro, sin los lesionados Messi e Higuaín, pero con algunas actuaciones destacadas para tener en cuenta a futuro, se puso en marcha oficialmente la era ‘Tata’ Martino.

En los minutos iniciales, ambos equipos arrancaron estudiándose, sin arriesgar demasiado y esperando a ver qué iba a proponerle el rival. Hasta que pasados los 5’, mostraron claramente sus intenciones:Argentina la buscó de contragolpe con una escapada a toda velocidad de Ángel Di María que tuvo que salir a cortar el arquero-líbero Manuel Neuer, mientras que, en la jugada siguiente, Alemania respondió pero se topó con Sergio Romero que desbarató el ataque de Gómez. El local parecía más punzante en el comienzo, pero Argentina entendió rápidamente por dónde pasaba su negocio, explotando bien los espacios que dejaban los alemanes cuando atacaban. Así, sorprendieron los dirigidos por Martino cuando se jugaban 20’; Erik Lamela abrió para Di María, el Fideo frenó, pensó y con gran categoría, le puso un pase gol delicioso al Kun Agüero, que definió con total frialdad para el 1-0.

A partir de ahí, el partido creció en intensidad, con la búsqueda incesante de los teutones y las respuestas constantes del visitante, comandado por Di María, la gran figura de la cancha. Hasta que a cinco minutos del entretiempo, recuperó Mascherano, la cedió para Zabaleta y  éste conectó con el Fideo que llegó hasta el fondo, enganchó y sacó el centro preciso de zurda para la definición perfecta de Lamela, entrando por el centro del área. Golazo de Argentina, que sorprendía al campeón en su propia casa. Ya en el complemento, la Selección volvió a golpear, pero esta vez desde temprano. Al minuto, Di María ejecutó un tiro libre desde el sector izquierdo que encontró la cabeza de Fede Fernández para estirar a tres la ventaja. Y como si con eso no bastaba para apagar, un poco más, la celebración alemana, el Fideo–sí, otra vez Di María-, se escapó por la derecha tras un gran pase de Zabaleta, encaró y la picó ante el achique del arquero. Otro golazo argentino. Otro cachetazo inesperado para los campeones, que respondieron al minuto, con el descuento de Schürrle, tras el rebote de Romero.

La impensada goleada parcial no afectó las ideas e intenciones de ambas selecciones. Alemania recuperó la posesión de la pelota y, de tanto insistir, encontró el segundo gol, a falta de un cuarto de hora para el final, a través de los pies de Götze. Pero Argentina, lejos de retroceder para cuidar la diferencia, siguió yendo de la mano de un incontenible Di María, que parecía estar sacándose las ganas por la final del mundo que no pudo jugar. Finalmente, el resultado no se modificó más. No hubo revancha ni la iba a haber cualquiera sea el resultado final del amistoso. Pero sí hubo un sorpresivo 4-2 para el equipo  de un Tata Martino que, en su estreno al frente de la Selección, le amargó la fiesta al campeón del mundo y se llevó varios motivos para creer en que lo que viene para la Argentina puede ser mucho mejor.

Ángel García - Consuegra Guijarro

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Pequeños gigantes

Conocidos ya los grupos de la Liga de Campeones, los 32 equipos que buscan la gloria europea ya saben quienes serán sus rivales en esta fase.

Además de las grandes estrellas con las que cuenta siempre la Champions League, existe un número de jugadores más jóvenes y quizás menos conocidos que pueden dar el salto al escaparate europeo en esta edición del torneo.

La Voz de la Grada analiza a los cinco jugadores jóvenes que pueden dar la campanada en la Liga de Campeones 2014/15.

Yacine Brahimi


Yacine Brahimi ya ayudó al Oporto a ganar en la fase de clasificación al Lille con un gol y una asistencia, siendo uno de los mejores jugadores del momento en el equipo portugués. 

Fue el mejor regateador de la Liga BBVA en el Granada – con 98 regates más que Lionel Messi, la estrella de esta área del juego - así como su media de poco menos del 50% no es nada despreciable. 

A pesar de ser un centrocampista de corte ofensivo, Brahimi no duda a la hora de hacer circular el balón o llevarlo a los laterales del campo, siendo también un gran organizador del juego.

Ahora forma con Jackson Martínez un equipo que ya ha dado sus frutos en la fase de clasificación y puede llegar a maravillar en el torneo. 

Calum Chambers


Sólo tiene 19 años y es ya uno de los mayores talentos defensivos de futuro, tal como muestra su llegada al Arsenal procedente del Southampton a cambio de 20 millones de euros.

Además, es un futbolista versatil que, a pesar de su corta edad, ya puede presumir de haber jugado con garantías tanto de central como de lateral.

Muy seguro con el balón y expeditivo al corte, Chambers es un jugador sin experiencia que ha demostrado aprender muy rápido.

Es complicado que pueda ganarle el puesto a la pareja formada por Per Mertesacker y Laurent Koscielny en el corazón de la defensa, pero seguro tendrá oportunidades para demostrar su talento y su gran versatilidad jugará a su favor.

Hakan Calhanoglu


Tras una genial temporada en la Bundesliga con el Hamburgo, Hakan Calhanoglu se cambió al Bayer Leverkusen este verano.

Tiene sólo 20 años y es un centrocampista ofensivo de gran proyección que espera mostrar su talento esta temporada en Europa con su nuevo club.

Con movilidad, rapidez e inteligencia, es un jugador que tiene una visión especial, tanto para dar pases rompedores en ataque como para desatascar el juego colaborando con sus compañeros de la defensa. 

Detrás de Stefan Kiessling y flanqueado por Heung-Min Son y Karim Bellarabi, está listo para realizar un gran papel esta temporada en la Liga de Campeones.

Geoffrey Kondogbia


Fuerte, técnico y expeditivo, Geoffrey Kondogbia fue un importante jugador para el Mónaco tras dejar el Sevilla el pasado verano.

Su talla e inteligencia aportaron lo suficiente al Mónaco para colarse entre la élite de equipos de la Ligue 1 que participan en esta edición de la Liga de Campeones. 

Kondogbia es especialista en robar balones y frenar a grandes jugadores, algo muy necesario en un torneo del estilo de la Champions, donde se encontrará a los mejores jugadores del mundo.

Con sólo 21 años, es un centrocampista muy completo, ya que no sólo roba balones, sino que también los reparte y sabe regatear con él, logrando 27 de 39 regates la pasada temporada.

Aymeric Laporte


Con 50 partidos en las dos últimas temporadas de Liga, el veiteañero Aymeric Laporte se ha convertido en un jugador clave para el Athletic Club.

El internacional Sub-21 con Francia completó una excelente campaña en la 2013-14, con 35 partidos en una Liga en la que sólo concedieron un gol más que el Real Madrid. 

Potencial aéreo, habilidad para robar el balón y mucha fuerza y compromiso son sus principales cualidades, lo que lo convierte en uno de los centrales más codiciados del mercado europeo.


Ángel García - Consuegra Guijarro
 

martes, 2 de septiembre de 2014

(Grupo C) Champions League 14-15

Bombo-bolas-sorteo-Champions

En La Voz de la Grada te presentamos un análisis de los grupos de la Champions League para la siguiente campaña. Hoy toca el turno al Grupo C, conformado por el Benfica, Bayer Leverkusen, Mónaco y el Zenit.

Un grupo de pronóstico reservado. Los cuatro equipos participaron en la Champions 13/14, con resultados similares. El Benfica llega como campeón de Portugal subcampeón de la Europa League; el Bayer 04 calificó por poco a la fase de play-off; mientras el Zenit y el Mónaco llegan como subcampeones de sus respectivas ligas.

SL Benfica
El Benfica pinta como el más fuerte de un grupo sin favoritos.
El Benfica pinta como el más fuerte de un grupo sin favoritos.
Fundación: 1904

País: Portugal

Participaciones en Champions: 10

Títulos de Copa de Campeones de Europa/Champions: 2

Entrenador: Jorge Jesús

Estadio: Estádio da Luz

Cómo clasificó: Campeón Liga Sagres 13/14

El Cruz Azul de Portugal pinta como el equipo más fuerte en un grupo donde no existe un claro favorito. El año anterior fue sorprendido por el Olympiacos y terminó tercero de grupo, para posteriormente caer por segundo consecutivo en la final de la Europa League ante el Sevilla. Perdió a algunas de sus figuras como Ezequiel Garay, Jan Oblak y Rodrigo, pero cuenta con una plantilla fuerte que puede dar pelea.

Bayer 04 Leverkusen
Las "Aspirinas" tienen un equipo prometedor para esta temporada.
Las “Aspirinas” tienen un equipo prometedor para esta temporada.
Fundación: 1904

País: Alemania

Participaciones en Champions: 9

Títulos de Copa de Campeones de Europa/Champions: 0


Entrenador: Roger Schmidt
Estadio: BayArena

Cómo clasificó: Cuarto lugar de la Bundesliga (Disputó fase de play-off desde la cuarta ronda previa, eliminando al Copenhague de Dinamarca)

Las “Aspirinas” lograron el cuarto puesto de la Bundesliga apenas por un punto, obteniendo así el derecho a luchar por su boleto en la ronda previa a la Fase de Grupos. La temporada pasada calificó en el segundo puesto del Grupo A pero en Octavos fue despachado por el PSG. Tienen un plantel interesante con jóvenes como Heung-Min Son, Hakan Calhanoglu o Karim Bellarabi; no sorprendería si se adueñan del primer puesto.

AS Mónaco
Monaco en 2004
Después de casi 10 años, el Mónaco regresa a la máxima competición de clubes.
Fundación: 1924

País: Mónaco

Participaciones en Champions: 6

Títulos de Copa de Campeones de Europa/Champions: 0

Entrenador: Leonardo Jardim

Estadio: Stade Louis II

Cómo clasificó: Segundo lugar de la Ligue 1.

Tras casi 10 años de ausencia, el cuadro monegasco regresa a la Champions League. La llegada del multimillonario ruso Dmitry Rybolovlev supuso un resurgir para el club del Principado, que descendió en 2011 y regresó a la Ligue 1 en 2013. A un año de su ascenso, logró el subcampeonato y por consiguiente el pase a la Fase de Grupos. A pesar de todo, las cosas no pintan tan sencillas este año para el Mónaco. La salida de James Rodríguez y la incertidumbre sobre el futuro de Radamel Falcao, aunado a la falta de fichajes de renombre, hacen pensar que será una campaña difícil para Les rouge et blanc.

FK Zenit de San Petesburgo
Hulk y Witsel serán clave para que el Zenit alcance los Octavos de Final.
Hulk y Witsel serán clave para que el Zenit alcance los Octavos de Final.
Fundación: 1925

País: Rusia

Participaciones en Champions: 5

Títulos de Copa de Campeones de E
uropa/Champions: 0

Entrenador: André Villas-Boas

Estadio: Estadio Petrovsky

Cómo clasificó: Segundo lugar de la Liga Premier de Rusia (Disputó fase de play-off desde la tercera ronda previa, eliminando al AEL Limassol de Chipre y al Standard de Liege de Bélgica)
Con ésta participación el Zenit acumulará cuatro participaciones consecutivas en la Fase de Grupos, aunque ahora buscará llegar más allá de los Octavos de Final. El año anterior clasificó a la segunda ronda con solamente 6 puntos y fue rápidamente eliminado por el Borussia Dortmund. La compañía Gazprom, dueña del equipo, ha formado una plantilla competitiva a base de petrodólares, pero los títulos simplemente no llegan. Para esta temporada contrataron a Ezequiel Garay y Javi García; junto a Hulk, Witsel, Dany y Kerzhakov buscarán dar la sorpresa.

Ángel García - Consuegra Guijarro

En manos de 'Carletto'

OPINIÓN
Keylor Navas, Raphael Varane, Sami Khedira, Álvaro Arbeloa, Nacho Fernández, Asier Illarramendi y Raúl de Tomás. Estos son los hombres que conformaban el banquillo del Real Madrid en el partido de esta jornada ante la Real Sociedad. Prefiero no imaginar la cara de Carlo Ancelotti cuando miraba a su lado y veía tan pocas soluciones, tan poca electricidad, tan pocos revulsivos, y menos aún gol. Perdiendo en Anoeta y teniendo como opciones tres defensas, dos mediocentros y un atacante del filial sin ninguna experiencia en Primera División, muchos interpretaron la entrada de Arbeloa y Khedira como un mensaje directo de Carletto a la directiva: “Esto es lo que hay”.

El Real Madrid se encontraba esta temporada con un escenario ideal para mantener un bloque y una plantilla con la que se conquistaron la Champions League y la Copa del Rey, un marco casi inmejorable para no dejarse millones y millones en un mercado veraniego al que solo hacía falta acudir para fichar un par de retoques, una atmósfera plácida para continuar sobre ruedas el proyecto que Carlo Ancelotti había iniciado meses atrás. Nada más lejos de la realidad.

Ángel Di María, vital en la recta final de la pasada temporada, y Xabi Alonso, encargado de dar equilibrio, han dejado el equipo sin poder remediarlo trastocando los planes de Ancelotti. No lo digo yo, lo ha reconocido el propio técnico en numerosas ocasiones; la última tras la marcha del donostiarra. Sabiendo que Di María buscaba una subida de sueldo -totalmente merecida tras este 2014-, ¿no habría sido mejor hacer ese esfuerzo económico en aumentar el salario del argentino que gastarse 80 millones en James Rodríguez, sin hueco en la plantilla que finalizó brillantemente el curso 2013/14? La calidad del colombiano es innegable, pero también es innegable que su contratación corresponde más a un capricho que a una verdadera necesidad.

A pesar de todos estos golpes que ha recibido Carlo Ancelotti, en pequeñas dosis, como los medicamentos fuertes, el técnico italiano tiene parte de culpa en esta mala planificación. Hace algunas semanas reconoció que no necesitaba otro delantero centro, algo que no parece muy lógico tras la venta de Álvaro Morata y lo extremadamente larga que es una temporada en el Real Madrid. Finalmente se ha fichado a ‘Chicharito’ Hernández en un movimiento tan precipitado como necesario. Caso aparte merece el manido asunto de la portería, donde se han invertido 10 millones de euros en Keylor Navas, mejor portero del Mundial, para que aún ni siquiera haya debutado en competición oficial, manteniendo a un Iker Casillas que está lejos de su mejor nivel.

La plantilla del Real Madrid está repleta de calidad y contundencia y ganará simplemente por inercia e individualidades la mayoría de sus partidos, pero lo cierto es que en lo que llevamos de curso tan solo han logrado vencer al Sevilla en la Supercopa de Europa y al Córdoba en Liga BBVA, bagaje algo escueto para un equipo como el Real Madrid. Eso sí, la temporada es muy larga.


Ángel García - Consuegra Guijarro

lunes, 1 de septiembre de 2014

Al Real Madrid le sobrevuelan dragones

La estadística histórica y el momento actual de cada contendiente invitaba a pensar que la primera cita liguera importante del Real Madrid no iba a ser un gran problema para los blancos. Uno de los feudos más complicados de Primera División donde el aficionado madridista considera clave sumar para el título liguero había sido una bicoca para los de Concha Espina desde aquel 2004 en el que la Real Sociedad venciera por 1-0 con aquel gol de Valeri Karpin. No solo eso, sino que, en siete visitas, el Real Madrid solo se había dejado dos empates en el camino. 

Es más, los donostiarras habían perdido siete y empatado uno de sus ocho encuentros ligueros antes los madrileños en su retorno a la Primera División en 2010. Si a todo esto le sumábamos el inicio liguero de un conjunto vasco que perdió ante el recién ascendido Éibar en la primera jornada y la estrepitosa eliminación ante el Krasnodar, más el acicate que se presentaba ante uno de los Real Madrid más caro de la historia y que llegaba con todo a excepción de la baja de Cristiano Ronaldo, nadie podía preveer que la contienda terminaría como ha terminado.     

Y quien lo diría en una primera media hora excelsa del Real Madrid que asfixió la salida de balón de la Real Sociedad, con Toni Kroos y Luka Modric abarcando el centro del campo y abanderando la presión. Así en diez minutos, el luminoso ya reflejaba un 0-2 producto de una genial asistencia de Toni Kroos (ya lleva dos en dos jornadas) sobre Sergio Ramos (que marcaría su gol 33 desde que llegó al Real Madrid, el que más en la liga española), y producto de un robo de balón de Luka Modric y servicio sobre Gareth Bale que, con caño incluido a Elustondo, no tenía problemas en batir a Zubikarai.     

Dos, pero pudieron ser más. Sergio Ramos no marcó otras dos opciones calcadas a su gol a centros otra vez de Toni Kroos y también de Luka Modrid; un activo Marcelo gozó de otras dos oportunidades, una de ellas bien salvadas por Zubikarai, que también se luciría en un mano a mano con Toni Kroos, una bestia descomunal en el centro del campo (el que más ocasiones generó en toda la primera mitad). Pero los de Carlo Ancelotti no mataron, perdonaron y, como le suele pasar a sus rivales, lo pagaron.     

Una desquiciada Real Sociedad se enchufó. Fue a raíz de un remate de cabeza a bocajarro de Granero que salvó Sergio Ramos lanzándose como si fuera “tarzán”. Xabi Prieto, el último futbolista en marcarle un hat-trick a Casillas, el que empezó a revolucionar el partido. No paró de buscar incesantemente a Carvajal al que volvió loco y al que se le adelantó en la jugada de corner del primer tanto realista que empujó en el segundo palo Íñigo Martínez. Cinco minuto después, una jugada de manual, y como si estuviéramos en Atocha, Zurutuza se descolgaba por el centro para abrir a banda. Alberto de la Bella profundizaba y la ponía al corazón del área donde, con todo, como un tren y a la antigua usanza, el propio Zurutuza fusilase con la cabeza a Casillas para darle emoción al envite de cara a la segunda mitad.     

Las dos ocasiones flagrantes de la Real Sociedad (la primera tuvo como protagonista el pie salvador de Casillas a remate a bocajarro del Chori Castro y la segunda a un Sergio Ramos descomunal al cruzarse en otro remate, ahora de Agirretxe) presidieron el arranque de un partido que había cobrado una vitalidad absoluta. El Real Madrid dominaba de forma horizontal porque su rival, que estaba noqueado en la primera mitad, empezó a defenderse con orden, y a venirse arriba con la entrada de Carlos Vela, porque sus ataques eran más claro que los de su todopoderoso adversario, y enrabietado solicitando una segunda amarilla para Carvajal.     

En éstas, y con el fuelle físico del Real Madrid a la altura del betún, Xabi Prieto volvía a enganchar la pelota en solitario, se apoyaba en Canales que se sacaba una genialidad, para que el gran capitán profundizara sobre línea de fondo y centrara atrás para que Zurutuza, ganándole la posición a Carvajal, culminase la remontada y marcara el segundo doblete de su vida. Era la primera vez en Anoeta en liga que el capitán realista protagonizaba dos asistencias en el mismo encuentro. El donostiarra se motiva, y de qué manera, cuando juega contra el Real Madrid.     

Es más, estaría en el “ajo” del cuarto gol, de otra acción a balón parado, en el que el sinfín de rebotes y una posible mano de Carlos Vela serían el artífice del cuarto. Fue entonces cuando Carlo Ancelotti (que recibía por primera vez cuatro goles en la liga española) sacó al campo a Sami Khedira, el único mediocentro puro de la plantilla blanca, y a Álvaro Arbeloa señalando claramente a Carvajal.    
 
El final del encuentro fue un querer y no poder. Y bien el Real Madrid podía haber recortado distancias a través de un cabezazo de Sami Khedira, un disparo de James Rodríguez, y un poste de Karim Benzemá, pero ya era demasiado tarde. El cuestionado Jagoba Arrasate le había dado una lección táctica a su homólogo Carlo Ancelotti. El Real Madrid volvía a perder en uno de los estadios más complicados de Primera División y ahora abre dos semanas por delante de reflexiones, debates y críticas.

Ángel García - Consuegra Guijarro