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lunes, 24 de noviembre de 2014

Tiago baja al suelo al Málaga

En el encuentro entre el equipo que más goles marcaba en Liga gracias al balón parado y el que menos encajaba de ese modo, fue la estrategia la que consiguió desnivelar la balanza y romper la tibieza con la que había arrancado el choque.
En el minuto doce, reclamaba el Atlético de Madrid un penalti por mano del Málaga tras una buena combinación local que había concluido con centro de Juanfran que dejaba pasar entre las piernas Arda y culminaba Koke con un disparo que impactó en un jugador malaguista. Los de Javi Gracia se habían librado de la pena máxima, pero no serviría de mucho. En el inmediatamente posterior saque de esquina Koke ponía el balón muy ajustado al primer palo, donde Tiago se colocaba bien para poner la testa y superar a Kameni haciendo el primer tanto.
Con el primer gol, buscó  el Atlético durante diez minutos establecer un asedio sobre el área de Kameni a fin de lograr el segundo tanto mientras el Málaga aún estaba desorientado por el primero.  El dominio era claro y el acoso asfixiante para los andaluces, pero eran incapaces los rojiblancos de trasladarlo hasta conseguir crear ocasiones claras de gol.
Así, cuando se acercaba la media hora de juego, el Cholo Simeone tocó a retirada y los once jugadores rojiblancos pasaron a encargarse prácticamente en exclusiva de tareas defensivas. Ahora, el equipo local formaba una densa cota de malla que la indiscutible posesión malaguista era incapaz de superar. El balón apenas superaba la línea del centro del campo y el Málaga no conseguía siquiera concluir una acción ofensiva con disparo.
Esta impotencia tranquilizaba al Atlético, que se sentía cómodo en su propio campo ante un Málaga sin garras. Los rojiblancos permanecían agazapados esperando el más mínimo despiste en el repliegue de un Málaga que por el momento no daba muestras de debilidad en ese sentido.
La oportunidad llegaría en el minuto 42 y Antoine Griezmann no la desaprovecharía. Arda Turan combinaba con Mandzukic a la perfección para que el turco se marchase por banda derecha con facilidad. Desde allí sacaba un centro raso al segundo palo, donde apareció el ex de la Real Sociedad para enviar el cuero al fondo de la red antes del paso por vestuarios.
Tras el paso por vestuarios, la segunda mitad perdería el orden que se había visto en la primera. Ahora el dominio era más compartido y las acciones ofensivas de los dos eran menos claras.
Numerosas interrupciones y multitud de amonestaciones fueron convirtiéndose en la tónica habitual del partido. En esta dinámica, las transiciones rápidas en forma de contras eran la única forma que tenían los dos equipos de acercarse con peligro al área rival.
Primero lo consiguió el Atlético en el minuto 54, cuando Gabi disparó fuera desde una posición inmejorable dentro del área. Siguieron los locales buscando el tercero en el 61, cuando Kameni despejó un remate de cabeza a bocajarro de Raúl Jiménez tras centro de Ansaldi.
Pero más fortuna tendría el Málaga que, en su primer y único disparo entre los tres palos del partido, envió el balón a la red. La acción del 2-1 había partido de una contra bien llevada por banda izquierda en la que Samu Castillejo sacó un centro muy ajustado al segundo palo donde, casi desde el mismo poste, Roque Santa Cruz se lanzó para, en caída, tocar el balón con la fuerza suficiente como para superar por alto a Moyá.
El partido se convertía ahora en un intercambio de golpes entre un Atlético que quería matar el encuentro y un Málaga con el objetivo de darle una nueva vida, pero ninguno parecía capaz de volver a superar al portero rival. Las acciones más claras, en cualquier caso, eran para los madrileños.
En el minuto ochenta dispondrían los de Simeone de una doble ocasión con una falta lejana que primero lograba despejar Kameni y en la que Griezmann, desde el segundo palo, no colocaba bien su disparo tras recoger el rechace, mandando el balón al lateral de la red. El propio Griezmann volvería a ser protagonista solo unos segundos más tarde, cuando se quedó solo ante el portero Camerunés y, en lugar de intentar batirle, se sacó un pase demasiado fuerte al palo contrario en el que Raúl Jiménez no tuvo opción alguna de contactar con el cuero.
En el ochenta y cuatro, sin embargo, Godín cerraría el encuentro. En un córner desde la derecha, Tiago pasaba hacia atrás desde el primer palo para que, casi sobre la línea de gol, el defensa uruguayo pusiese la testa para anotar el 3-1. Un tanto con el que acababa un choque en el que ambos equipos acabaron con un jugador menos fruto de las dobles amonestaciones, primero a Samu (min. 73) y después a Gabi (88), ambas quizá demasiado rigurosas. La superioridad del Atlético se veía refrendada en un marcador justo que condenaba a un Málaga demasiado inocente en su juego ofensivo y que no fue capaz de cerrar a cal y canto su portería frente a un equipo con la efectividad de la que disfruta el de la orilla del Manzanares.

Ángel García - Consuegra Guijarro

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