Con rotaciones de por medio, el 'txingurri' decidió alinear desde un principio a Arnáiz en punta, acompañado de Denis y de Aleix en los costados. Dos extremos que no acostumbran a jugar en esa posición para crear de fuera a dentro. Las subidas de los laterales, claves para hacer el dos contra uno a toda la defensa local. El Celta proponía y el Barça replegaba. En una contra, al mas puro estilo velocista, el Barça se plantó en el área rival con tres jugadores que habían tocado la bola. Denis, André Gomes y Arnáiz. Transición defensa-ataque para que el delantero del filial pusiera el 0-1 en el marcador. Apenas 120 minutos con el primer equipo y ya lleva tres goles. El talaverano tiene olfato de gol y Valverde lo sabe.
Poco duró la alegría culé y es que en una 'bacalada' defensiva, un balón le quedó muerto a Pione Sisto que fulminó a un Cillessen que pese a tener poco trabajo, pudo hacer mucho mas en el gol. Con el empate nos fuimos al descanso con una sensación de que al Celta no le iba a durar todo el aguante que había tenido.
Salidos del descanso, la realidad fue la que estaba prevista. Los vigueses ya defendía muy atrás y esperaban salir a la contra para poder conseguir algo fructífero. Por su parte el Barça tocaba y tocaba buscando huecos en la defensa del Celta y los encontró varias veces, pero sin éxito alguno. De nuevo dos palos culés (Sergi Roberto y Busquets) y ya van cerca de treinta los disparos en la madera en esta temporada.
Destacar también del partido la vuelta de Ousmane Dembélé. El francés entró sustituyendo a un acalambrado Arnáiz por lo que tuvo que jugar de delantero centro. Se notó que no es su posición natural. Pese a dicha circunstancia, siempre es bueno que el francés sume minutos y empiece a tocar balón en competiciones oficiales. El 'mosquito' está de vuelta, y de momento, viene para quedarse.
Jose Arnáiz celebrando su gol frente al Celta de Vigo |
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